Vía: Clarín.com
“Debí haberme quedado en mi casa viendo ‘Podemos hablar’, que estaba mi viejo”, bromeó Martín Coggi luego de la derrota. En otro canal, Látigo contaba el método brutal que usó para tratar de que no fuera boxeador.
Fue en la misma noche. Mientras en un canal de TV aparecía Juan Martín Látigo Coggi hablando de los intentos que hizo para que su hijo Martín no se dedicara al boxeo, en otro lado el Principito, como le dicen al heredero del campeón del mundo, recibía un nocaut impresionante. Fue el sábado por la noche, en una pelea que asustó a más de uno.
Martín, que cuenta con un récord de 35 victorias, 9 derrotas y 3 empates, viajó a Cutral Có, Neuquén, para medirse con Sebastián Aguirre por el título latino superligero de la Organización Mundial de Boxeo. Y no la pasó bien. En el segundo round, Coggi recibió un derechazo inesperado y cayó desplomado a la lona.
El árbitro de la pelea comenzó la cuenta, pero al ver la reacción del púgil decidió darla por terminada. En ese mismo instante subió al ring su padre, quien le puso su mano por debajo de su cabeza y le dijo unas palabras. Látigo, tres veces campeón del mundo, se mostró asustado como pocas veces se lo vio.
Saludos a todos! pic.twitter.com/UNUERG656h
— Martin Coggi ♚ (@MartinCoggi) 28 de octubre de 2018
Una vez finalizado el combate, ya en el vestuario, Martín Coggi grabó un video que publicó en las redes para llevar tranquilidad a todos los que lo siguen. “Fue una mano, son cosas de este deporte, a veces se gana, a veces se pierde. Fue un golpe, nada más. Un abrazo grande”, avisó.
Luego, bromeó: “Reflexión del día: Debí haberme quedado en casa viendo Podemos Hablar, que estaba mi viejo….(?)”.
Justamente, Látigo apareció esa noche en el programa de Andy Kusnetzoff y contó lo que hizo para que su hijo Martín no se convirtiera en boxeador, situación que sorprendió a los otros invitados del programa y que generó la intervención, un par de veces, del conductor del ciclo.
«Lo llevé al gimnasio en el que entrenaba, en Berazategui. Agarré a uno de mis pupilos más avezados, que tenía 10 o 15 peleas, y le dije ‘castigámelo’. Es más, le dije ‘rompelo'», relató Coggi.
Ante la anécdota, Andy le preguntó si tomar esa decisión le había costado mucho, dado que se trataba de su propio hijo. Pero Látigo afirmó que no y redobló la apuesta: “No, le quebró la nariz y sangraba mucho».
Entre risas, Coggi recordó que lo desafió: «Le dije que no, porque es un maricón. Le dije: ‘Cuando yo me rompí la nariz me la arreglé solo’. Y empecé a reírme porque sabía que lo iba a hacer. Pasó del baño sangrando porque se había roto la nariz de vuelta y yo matándome de la risa», dijo tentado el ex campeón.
El conductor decidió entonces intervenir para aclarar que «ya no se usa más la palabra marica».
Vía: Clarín.com
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