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Este lunes 6 de enero, tras días de búsqueda incesante, se confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de Aimé Castillo, una joven bombera de 23 años oriunda de San Vicente. Según informó el medio Detrás de las Noticias, el cuerpo fue encontrado en un terreno cercano a la Ruta Provincial 215, en las afueras de Brandsen.
De acuerdo con las primeras investigaciones, Aimé habría tomado la trágica decisión de quitarse la vida. El hallazgo fue realizado por efectivos policiales que participaban en un operativo de rastrillaje junto a bomberos y familiares.
La desaparición de la joven, registrada el pasado sábado 4 de enero, movilizó profundamente a las comunidades de San Vicente y Brandsen. Reconocida por su dedicación como bombera voluntaria, Aimé era muy querida por quienes la conocían. Su madre había señalado que la joven estaba atravesando un momento personal difícil, especialmente afectada por la reciente pérdida de su esposo.
Desde que se activó el protocolo de búsqueda, las autoridades coordinaron un amplio despliegue que incluyó perros rastreadores, drones y la colaboración de bomberos de diversas localidades. Desafortunadamente, los esfuerzos culminaron con este doloroso desenlace.
Familiares y autoridades han solicitado a la comunidad respeto en este momento de profundo dolor. “Es un golpe devastador para su familia y para quienes compartieron con ella momentos de trabajo y camaradería”, destacaron desde el cuartel de bomberos de San Vicente.
Publicó Cronica
¿Cuál es la trama detrás de la drástica decisión?
La joven atravesaba una crisis de salud mental luego que su pareja de 47 años, también bombero, se suicidara el pasado 31 de diciembre, en vísperas de las celebraciones del Año Nuevo.
Tras ese hecho, Aimé habría intentado suicidarse el primer día de este año, sin embargo su entorno advirtió su frágil estado emocional, y fue internada en un hospital local donde días después recibió el alta.
Una vez dada el alta médica, la bombero fue alojada en la casa de su madre, Sabrina, situada en Brandsen, para su recuperación, pese a que vivía con su padre y su hermana en San Vicente.
El sábado pasado, Aimé pidió prestada una bicicleta color naranja, y salió de la casa con destino incierto.
“Se despertó el sábado y mi mamá decía que estaba mejor. Pensó que había una mejora”, contó Micaela, hermana de Aimé, en diálogo con la prensa. Pero desde ese momento no volvieron a tener contacto con la joven.
Cabe destacar que Aimé estaba sumida en una profunda depresión tras el suicidio de su pareja, Daniel Gustavo Lencina, de 47 años, que también se desempeñaba en el Cuerpo de Bomberos y trabajaba como remisero.
Lencina había salido a cumplir dos servicios con los bomberos el pasado martes y había terminado a las 19.30. Algunas horas después de la medianoche fue hallado muerto en su casa. Su muerte causó una fuerte conmoción en el cuartel debido a que era muy querido por sus compañeros.
“Se nos fue un hombre de bien, una persona que hacía todo por los demás, quedan pocos como Daniel. Se desvivía por colaborar. Causó mucho dolor su partida, estamos todos muy compungidos”, sostuvo Ariel Bondoni, jefe del cuartel de bomberos, según consignó El Diario Sur.
Desde Infobrandsen acompañamos a familiares y amigos en este duro momento. QEPD
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