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Felipe Vallese, hijo del primer militante peronista desaparecido en dictadura de mismo nombre, visitó este miércoles la sede de camioneros en Brandsen, para expresar públicamente su apoyo al precandidato a concejal por el Frente de Todos en la lista 10, Lucas Bronicardi.
Durante la reunión, en la que se hicieron presente representantes de distintos sindicatos del distrito, Vallese contó brevemente la historia de su papá, destacando su compromiso en lo laboral y su participación activa para mejorar las condiciones laborales del empleado.
En ese marco, señaló: “Venimos en apoyo a Lucas. Mas allá de ser joven, vemos que es un compañero con compromiso, responsabilidad y que a él le encanta no el solo hecho de hacer política o ser un militante más, le encanta cuando en su propio pueblo se producen obras para bien de la comunidad. Él asume esta responsabilidad para cuando sea concejal, se va a dedicar a trabajar de lleno por y para Brandsen”, destaco.
En su turno, Bronicardi agradeció la presencia y el apoyo de Vallese y afirmó: “es importante comprometerse y elegir a un candidato porque corrió mucha sangre en la republica Argentina para que hoy podamos votar y tengamos el privilegio de elegir” en ese sentido, se refirió a la juventud: “yo sé que hoy los más jóvenes están defraudados, pero yo quiero que Brandsen sea una tierra de oportunidades para todos ellos, que tengan su esparcimiento, su primer trabajo, que entren en una fábrica y no tengan que morir en un alquiler. Al trabajador hay que dignificarlo, tiene que tener una vivienda digna, y para eso tienen que existir políticas de Estado, tiene que haber dirigentes comprometidos con su comunidad que sientan la misma pasión que sentimos nosotros, porque es de esa pasión donde nacen las decisiones políticas que benefician al conjunto” cerró.
QUIEN FUE FELIPE VALLESE
Felipe Vallese padre nació el 14 de abril de 1940, en el barrio de Caballito (Ciudad de Buenos Aires), y fue el segundo de los hijos del matrimonio entre Rosa Grasso y Luis Vallese, después de Ítalo. Su padre era un inmigrante italiano llegado en 1925, dueño de una verdulería y militante del Movimiento Peronistas de los Extranjeros (MPE).
Con 17 años, fue fundador de la Juventud Peronista, junto a Susana Valle, Gustavo y Alberto Rearte, Dardo Cabo, Jorge Rulli, Carlos Caride y Envar El Kadri, entre otras personas. Participó de movilizaciones y protestas que, en esa época turbia, culminaban con arrestos y cárcel. Por organizar una huelga, fue preso y llevado a la cárcel de Caseros, y por respaldar la toma del frigorífico “Lisandro de la Torre” en el barrio de Mataderos volvió a ser arrestado en enero de 1959 y enviado a un buque-cárcel de la Marina.
A sus 18 años, Felipe comenzó a trabajar en la fábrica metalúrgica TEA S.R.L., que se ocupaba de trefilados y esmaltados de alambre. Por su espíritu de solidaridad y responsabilidad, a los pocos meses de ingresar, fue elegido por sus compañeros obreros como delegado Sindical.
Los logros en la fábrica, en materia de cumplimiento del horario de trabajo, el pago en tiempo y forma de las horas extras y la mejora en las condiciones y en la ropa laboral, hicieron que, año a año, Felipe continuara como delegado por unanimidad. La patronal quiso torcer su voluntad sobornándolo, pero no pudo: tenía cabal conciencia de clase y tenía muy claro su rol sindical.
Felipe Vallese no sólo fue un joven comprometido con la causa popular de las y los trabajadores, sino también un activo militante de la democracia contra las dictaduras. Fue un hombre con una sólida formación moral y con una enorme convicción: nunca doblegaron sus valores de lealtad hacia sus compañeros de fábrica, hacia sus compañeros de militancia y hacia sus amigos.
En la noche del 23 de agosto, las Brigadas Móviles de la Unidad Regional de Policía de San Martín (Provincia de Buenos Aires) decidieron vengar la muerte de los agentes y realizaron un operativo en Caballito (Ciudad de Buenos Aires), a cargo del oficial Juan Fiorillo.
Cuando Felipe salió de su casa para ir hacia la fábrica a comenzar el turno noche, ocho policías lo persiguieron y, a la vuelta de su domicilio, en la calle Canalejas 1776, se abalanzaron sobre Felipe, que se aferró a un árbol con todas sus fuerzas, pero uno de los policías le pegó varios culatazos en la nuca, produciéndole una profunda herida.
En simultáneo y sin orden judicial, la misma policía procedió a la detención de 7 personas más: su hermano Ítalo y las personas con quienes vivía. Luego del reclamo por la liberación de los detenidos y de gestiones realizadas desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), estas personas fueron puestas en libertad, pero no así Felipe.
Vallese y las demás personas detenidas fueron trasladadas a la Comisaría 1° de San Martín, donde sufrieron maltratos, torturas y no pudieron escapar de la funesta picana eléctrica. Allí, fue la última vez que su hermano Ítalo vio a Felipe, brutalmente golpeado. Luego, fue llevado a la seccional de Villa Lynch, donde fue torturado hasta la muerte, durante 9 días. No lograron sacarle una palabra.
Su cuerpo nunca apareció y no se supieron noticias sobre su destino: Felipe Vallese es considerado el primer detenido desaparecido del peronismo.
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