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El merendero La Casita fue desalojado durante la mañana de ayer, por quienes habían alquilado el lugar para que allí funcione.
Sofía Penido manifestó que ellas habían alquilado de palabra este lugar por la suma de $ 2.500 y sin documentación escrita. Según la organizadora del merendero, teniendo en cuenta esa posibilidad se pusieron a trabajar, le hicieron varios arreglos al lugar y desde que comenzaron a darles la leche a los chicos del Barrio Infanta Isabel (donde está ubicado) y otros barrios, el mismo fue creciendo rápidamente.
Como todos los días los encargados de comenzar con las tareas llegaron al lugar, pero esta vez recibieron un golpe fue muy fuerte porque se encontraron con todos los elementos de trabajo tirados fuera del predio. Para ese entonces ya habían sacado la pintura donde figuraba el nombre del merendero y estaba colocado un cartel de “se alquila”.
Sofía Penido comento en Punto Clave que la sorpresa fue grande pero la discusión con las personas involucradas en el desalojo había comenzado el sábado pasado.
Noelia Morales en diálogo con Infobrandsen comentó que era mucho el trabajo que habían realizado para poder brindarles a los chicos una ayuda alimenticia, que por la crisis que se vive, les falta por completo. Y agregó que a pesar de como encontraron las cosas arrumbadas fuera del predio, en la misma tarde de ayer iban a realizar el trabajo necesario para poder cumplir con los chicos como todos los días.
Por otra parte en el momento que Sofía Penido dialogaba con Punto Clave se encontraba en la Comisaria donde dejó radicada la denuncia que se observa en el facsímil. En la misma da cuenta como fueron los hechos y menciona que a Gabriel Ifran le habían alquilado el inmueble por la suma de $ 2.500 pesos pero nunca habían firmado un contrato a pesar que “lo habían solicitado”. Indica que Infran concurrió al lugar acompañado de José Luis Liwey.
El motivo por el cual se produce la rotura de las relaciones y siempre de acuerdo a los testimonios de Penido y a la denuncia que realizó, está dado por “no permitir que Ifran colocara el nombre del gremio, al cual pertenece, en el merendero”. Solicitud que le habrían hecho el sábado 8 de setiembre en una conversación que mantuvieron, pero que al recibir la respuesta negativa, la misma habría culminado en forma agresiva. Como consecuencia de la mencionada conversación las encargadas del merendero reciben al lunes siguiente la notificación que el valor del alquiler pasaba de los $ 2.500 a $ 8.000, cifra imposible de alcanzar.
En la misma denuncia Penido deja constancia que al lugar ingresaron en la madrugada de ayer cuatro personas que dice no conocer, rompiendo un candado que se encontraba en la puerta de entrada. Y agrega que del lugar les faltó una cocina, un televisor de 20 pulgadas, ambas artículos donados y una cantidad importante de mercadería que había sido gestionada a través del Ministerio de Acción Social de la Provincia de Buenos Aires. Como también denuncian la quema del cartel identificatorio de “La Casita”
Si bien Penido indicó que nunca demostraron ser los dueños del lugar, ellas les alquilaron porque “decían que tenían la posesión del mismo”.
De acuerdo a la información recibida Ifran también habría presentado una denuncia y será el Fiscal Mariano Sibuet quién tome la causa y determine quiénes son los propietarios del lugar y cómo culmina este diferendo.
Por ahora una gran obra solidaria, quedó reducida a la buena voluntad de las organizadoras, que deberán saber dónde se instalarán y determinar cómo siguen de aquí en adelante para poder cumplir con las necesidades que más de cien chicos tienen todos los días. Hasta el momento la obra llevada a cabo era un aporte fundamental para la alimentación sumamente necesaria y es de esperar que la política y el gremialismo, cuando se hacen fuera de los carriles normales, no terminen destruyéndolo todo.
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